domingo, 22 de noviembre de 2009

Día Mundial de los Sin Techo. Jaime Rocha

NO me parece justa la "moda", recientemente establecida, de dedicar un día al año a un determinado colectivo social del que, por lo común, nos olvidamos los trescientos sesenta y cuatro días restantes. Se suele aplicar esta "nueva costumbre" a colectivos que pasan por estar marginados en la sociedad a la que pertenecen, y ahí radica la segunda y más grave injusticia, en equiparar, dedicándole un día de homenaje, o de recuerdo, a marginalidades reales o supuestas, graves o frívolas, todo en el mismo saco.

Mañana, 22 de noviembre, tratamos de dar un golpe en la mesa, un fuerte golpe en la mesa, que atraiga la atención de toda la sociedad gaditana. Estamos hablando de un grupo social incrustado entre nosotros, un grupo, por desgracia cada día mas abundante, de seres humanos que no tienen un techo bajo el que cobijarse. Sus necesidades no son supuestas ni frívolas, sino reales y muy graves.

Solo como indicativo de la magnitud del problema, citaré algunas cifras referidas a la Real y Benemérita Institución de Caballeros Hospitalarios de San Juan Bautista, a la que me honro pertenecer.

En el pasado año de 2008, nuestro modesto y reducido albergue de transeúntes, acogió a un total de 2.963 personas. Las previsiones para el final del 2009, superan en más del millar a las del año pasado: 4.004 acogidos, de los que 702 son extranjeros.

Olvidemos las frías cifras y tratemos de ponerle cara a cada uno de esos 4.004 seres humanos, acerquémonos lo suficiente a ellos para conocer la tragedia que delatan sus rostros y, aunque sea por un día al año, hagamos nuestras sus carencias, sus angustias, sus necesidades más inmediatas. Y si es posible, si sus tragedias nos llegan al corazón, si de verdad nos conmueven, no nos conformemos con acordarnos de ellos una vez al año. Movilicémonos para aliviar tanta angustia.

Los medios de comunicación se hacen eco con frecuencia de la creciente magnitud del drama social que viven muchos gaditanos, personas, familias enteras, que han perdido su trabajo, que no pueden hacer frente al pago de alquileres o hipotecas, y que terminan por perderlo todo. Instituciones de la Iglesia y organizaciones solidarias acuden a paliar la situación, hasta donde sus medios les permiten, pero siempre desbordadas por la creciente necesidad.

Llama la atención, de forma muy negativa, observar los contrastes tan hirientes que se dan en nuestra sociedad. Caprichos, lujos superfluos, excesos de todo tipo, conviven con las necesidades más perentorias, con la autentica pobreza. La solidaridad, la caridad para los cristianos, no solo se practica, también se enseña, se transmite, se vive.

Para nosotros, Caballeros Hospitalarios, y para todas las organizaciones e instituciones que tienen como fin la ayuda a los marginados, el Día de los Sin Techo tiene el solo objetivo, como decía más arriba, de llamar la atención de la sociedad sobre este problema. Y no se trata solamente de eso, no es una celebración al uso, es un puñetazo en la mesa, un aldabonazo, un grito de angustia a esta sociedad para que el Día de los Sin Techo, en Cádiz, sean los trescientos sesenta y cinco días del año, para que nos quite el sueño, para que hagamos nuestra esta necesidad y colaboremos, hasta donde cada uno pueda, para paliar, al menos, la situación de estas personas.

Decía, que la solidaridad, la caridad, se vive y se transmite. No ocultemos a nuestros hijos el lado difícil de la vida, no les hagamos vivir en un mundo fantástico e irreal, enseñémosles que hay semejantes nuestros, seres humanos, que pasan necesidad y enseñémosles a ser solidarios, a compartir. No creemos un mundo de egoístas a quienes satisfacemos de inmediato cualquier capricho.

Sería cometer una injusticia, una más, no agradecer a instituciones públicas y privadas, personas anónimas y benefactores, el esfuerzo solidario que realizan para poner en nuestras manos y en las de otras Instituciones, las herramientas que facilitan nuestra labor.

Necesitamos, necesitan los 'sin techo', que estas ayudas se multipliquen, que cada día sea para la sociedad gaditana el Día de los Sin Techo.

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