En casi toda la diocesis suelen decir que, una vez que se va el Viernes Santo, se acaba la Semana Santa. En casi tdos los sitios sí, pero en Villamartín, como que no.
Pues en Villamartín aún nos queda ver una de las grandes maravillas de nuestra Semana Mayor: el Resucitado de Jeronimo Hernandez.
Pero no es menos cierto que en Viernes Santo, también en Villamartín, acaban las estaciones eminentemente penitenciales, o al menos eso es lo que creemos, aunque que haya bastantes disparidad de opiniones en este sentido.
El Jueves Santo, y en un acto de responsabilidad que les honra, los Hermanos y Hermanas de Ntro. padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores decidieron que no hacían Estación de Penitencia por las calles de Villamartín. A la hora de salida no llovía. pero las previsiones no eran muy alagueñas para el resto de la tarde y noche, y decidieron con valentía y responsabilidad, quedarse este año en casa. A pesar de lo inquieta que ha sido esta Cuaresma para todos ellos, una vez que vivieron el fatal accidente de su titular dolorosa, en el incendio ocurrido en el transcurso de sus Cultos, gracias a Dios, las manos de su escultor, y los reflejos de su Mayordomía, que recuperaron la imagen para que pudiera salir en su fantastico palio el Jueves Santo. Pero por encima de todo, del corazón incluso, está la Hermandad y su rico Patrimonio, así que plausible es su decisión.
El Viernes Santo, día grande de nuestra Semana Mayor, donde dos Cofradías hacen Estación de Penitencia: el Santo Entierro y Ntra. Sra de Las Angustias. Corrieron identica suerte, pero estas tienen la salvedad que salen de Las Angustias y de San Francisco, así que tienen la enorme suerte, de que al ser sorprendidas por algún aguacero siempre pueden refugiarse en la Parroquia a donde se dirigen para hacer su Estación Penitencial. Las Angustias fue sorprendida al salir de la Parroquia, pero el Santo Entierro tuvo que dar la vuelta a escasos minutos de salir Nuestra Madre de la Soledad, segundo de los pasos de esta soberbia Cofradia villamartinense, por la que nuestro finado amigo Fernando Ayala. tuvo tantos desvelos para recuperarla a mediados delos años setenta.
En definitiva una Semana Santa en Villamartín donde faltó una vez más su sentido penintencial que es el que la hará perdurar en el tiempo. Pero a la vez un tanto rara, aunque con grandes atisbos de madurez, como así lo demostraon los hermanos del Nazareno, y con un Viernes Santo aún muy infantil, para lo que esperamos de nuestras grandes corporaciones penitenciales en este día grande de nuestra Semana Mayor.
Pues en Villamartín aún nos queda ver una de las grandes maravillas de nuestra Semana Mayor: el Resucitado de Jeronimo Hernandez.
Pero no es menos cierto que en Viernes Santo, también en Villamartín, acaban las estaciones eminentemente penitenciales, o al menos eso es lo que creemos, aunque que haya bastantes disparidad de opiniones en este sentido.
El Jueves Santo, y en un acto de responsabilidad que les honra, los Hermanos y Hermanas de Ntro. padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores decidieron que no hacían Estación de Penitencia por las calles de Villamartín. A la hora de salida no llovía. pero las previsiones no eran muy alagueñas para el resto de la tarde y noche, y decidieron con valentía y responsabilidad, quedarse este año en casa. A pesar de lo inquieta que ha sido esta Cuaresma para todos ellos, una vez que vivieron el fatal accidente de su titular dolorosa, en el incendio ocurrido en el transcurso de sus Cultos, gracias a Dios, las manos de su escultor, y los reflejos de su Mayordomía, que recuperaron la imagen para que pudiera salir en su fantastico palio el Jueves Santo. Pero por encima de todo, del corazón incluso, está la Hermandad y su rico Patrimonio, así que plausible es su decisión.
El Viernes Santo, día grande de nuestra Semana Mayor, donde dos Cofradías hacen Estación de Penitencia: el Santo Entierro y Ntra. Sra de Las Angustias. Corrieron identica suerte, pero estas tienen la salvedad que salen de Las Angustias y de San Francisco, así que tienen la enorme suerte, de que al ser sorprendidas por algún aguacero siempre pueden refugiarse en la Parroquia a donde se dirigen para hacer su Estación Penitencial. Las Angustias fue sorprendida al salir de la Parroquia, pero el Santo Entierro tuvo que dar la vuelta a escasos minutos de salir Nuestra Madre de la Soledad, segundo de los pasos de esta soberbia Cofradia villamartinense, por la que nuestro finado amigo Fernando Ayala. tuvo tantos desvelos para recuperarla a mediados delos años setenta.
En definitiva una Semana Santa en Villamartín donde faltó una vez más su sentido penintencial que es el que la hará perdurar en el tiempo. Pero a la vez un tanto rara, aunque con grandes atisbos de madurez, como así lo demostraon los hermanos del Nazareno, y con un Viernes Santo aún muy infantil, para lo que esperamos de nuestras grandes corporaciones penitenciales en este día grande de nuestra Semana Mayor.
